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  1. 3.- Capítulo "Bob Esponja y sus problemas"

    domingo, 22 de abril de 2012


    3.- Capítulo
    "C'est la vie, mon petite diable"


    Sonidos de risas y voces graciosas le perforan el cerebro con unzumbido ensordecedor y gruñe. ¿Qué era ese zumbidito tan castrante que le jodíala cabeza? ¿De dónde provenía? ¿Era su despertador? ¿Ya era lunes?


    Y luego, como si de un Flashback se tratara, todos losrecuerdos de la madrugada y noche anterior se le cuelan en la cabeza y lo hacensuspirar.


    Oh... Entonces sí era cierto que había estado cumpliendo muchas desus fantasías la mayoría de la noche anterior…


    Maravilloso.


    Mueve la mano de un lado a otro con movimientos adormilados, ybusca el bulto que "se supone" debería de estar a un ladosuyo, pero no encuentra nada. Inclusive, el espacio parecía frío... como sirealmente se hubiese esfumado como por arte de magia.


    Abre los ojos con rapidez y se gira hacia todos lados, pero no hayrastros de ella, ¿Dónde está? Baja la mirada hacia su abdomen desnudo yencuentra varias marcas amoratadas, las cuales le hacen sonreír.


    Se levanta y busca los lentes que están a un lado de la cama, selos pone con rapidez y sale de la habitación con nada más que unos boxerspuestos. Hace frío... lo nota por la manera en la que su entrepierna comienza adespertarse.


    Camina hacia las escaleras y baja a la cocina con paso lento. Escucha ruidos provenientes de la sala y sabe que ella está ahí, pero una nuevaparte demasiado masoquista de su cuerpo, o tal vez a la que ya estabaacostumbrado, le dice que son alucinaciones.
    Esa misma parte le dice que ese pequeño demonio el cual lo hizotener sexo infinito por la noche, no existe. Que todo fue una ilusión creadapor algún químico que pusieron en su botella de agua. Que la felicidad infernalno podía existir... no podías ser tangible. Era imposible, ¿Cierto? Tanimposible que ni siquiera el dinero podía comprarla.


    Entra a la cocina, y sigue el olor a vainilla y mandarinas que parecía una estelade estrellas regadas a su alrededor, una esencia que lo hace siempre desearmás.


    Al entrar a la sala lo que ve lo deja impactado.


    —"Hello Mr. Sunshine, The earth says 'Hello'"(Charlieand the Chocolate Factory, 2008)- —Murmura ella y sigue moviendo su pequeño yredondo trasero alrededor de la mesa de café.


    Enfrente de él, en su inmaculada sala, hay un desastre de cereales;un plato vacio, un vaso con leche y todas sus almohadas están sin arreglar. Skylar sigue moviéndose de un lado a otro, bailando la canción del programade una esponja amarilla que vive debajo del mar.


    Connor observa todo con shock. ¿Qué JODIDOS le pasó a sudepartamento? ¿¡POR QUÉ ESTÁ TODO TAN TIRADO!?


    Fija su mirada en el atuendo de Skylar y siente una sonrisa quese comienza a formar en sus labios, haciéndole olvidar por un breve momento suenojo.


    Las medias rojas y blancas que le llegan hasta las rodillascombinan con su ropa interior del mismo color que tiene moñitos alrededor y lacamisa... Oh Dios, ella traía puesta SU camisa. Le quedaba gigante, peroera una visión hermosamente tierna. Y el negro contra su piel pálida la hacíaver tan... comestible.


    Inclusive, por un momento, su boca comienza a salivar.


    —Pensé que te habías ido— Susurra él y camina con lentitud haciael sillón. Quiere alcanzarla y tomarla entre sus brazos. Volver a tener sexocon ella y sentirla en su cuerpo. Quiere hacerle todo lo que no le había hechoen toda la noche entera, y eso era decir mucho.


    Ella se gira y se deja caer en el mueble con un suspiro decansancio.


    —¿Ah sí? ¿Y cómo querías que me fuera? Tú fuiste el que me trajoaquí ayer... así que tú me regresas —Contesta ella y apaga la televisión. Connor se sienta a su lado y sube sus pies descalzos a la mesa de café.Necesita llamar al servicio de limpieza, urgente.


    —¿De dónde sacaste esa ropa?


    —Hello Kitty tiene más espacio de lo que tú piensas.


    —¿Ah, sí? —Pregunta Connor y Skylar sonríe y asiente con la cabeza.Pone una de sus pequeñas manos en el abdomen musculoso del hombre que tiene aun lado y hace, distraídamente, formas con sus uñas. Un escalofrío le recorrela espalda al adulto y sus boxers comienzan a hacerse más apretados.


    —Necesito regresar a donde estuvimos ayer... —Susurra condesesperación ella y se acerca un poco más a Connor. Él tiene los brazosabiertos y ella se acomoda encima de él, con las rodillas a cada lado de suscaderas.


    —¿Para qué? —Pregunta él y sus grandes manos la toman de lacintura. Le levanta la camisa y comienza a delinear con la yema de sus dedos elelástico de su ropa interior. Skylar cierra los ojos, se deja perder por unmomento en las sensaciones que sabe que probablemente ya no estarán ahí al díasiguiente.


    —Porque hace exactamente dos horas se terminó mi última línea decocaína y necesito… Connor... yo... necesito— Susurra, y hay tal desesperaciónen su voz, que Connor desvía la mirada. ¿Por qué a esa edad pensaban todos queese polvo iba a arreglar sus vidas?


    —¿Quieres regresar a ese lugar por una droga que va a destruirteesa hermosa nariz tuya, exponerte a que te golpeen y luego... qué? — Preguntaél en un gruñido y la quita de encima suyo. Skylar cae de un golpe sordo en el sillóny Connor deja escapar una carcajada hermosamente sardónica.


    —¡No seas exagerado! ¡No me iban a golpear! — Chilla ella, pero nisiquiera con la voz tan alzada, puede creerse la mentira.


    —¿Ah no, princesa? ¿Entonces qué iban a hacer contigo? ¿Jugaral té y cantar "feliz no cumpleaños"?, para ser una cínicasexual, eres demasiado inmadura en tu vida externa —Murmura él y toma laBlackBerry que descansa en la mesa de café.


    —¿Te tengo que recordar mi edad? ¿Quién era el que estaba JODIENDOayer por saberla? ¡Ahora no quieras echármela en cara! — Contesta ella y secruza de brazos.


    La palabra "Quince" se alumbra en el cerebro de Connor como si de fuegos artificiales pareciera, y algo dentro de él se hincha conorgullo, pero también otro pensamiento llega a su mente y esa alegría sedeshace un poco en preocupación.


    Quince años. Ella tiene quince años. ¿Tan pequeña era? No loparecía... si bien, se veía grande, pero él pensaba que tendría unos 18 o 19.Se encoje de hombros mentalmente y no le da tanta importancia al asunto. Noestá preocupado de las repercusiones, ya que ella era una drogadicta. Y era supalabra contra la de él, así que... ¿Qué de malo podría tener?


    —Mientras no les digas a tus papás que ya comes más de lo quepuedes tragar, todo estará bien— Y sonríe, porque él es así, y porque...honestamente, los asuntos legales jamás le han importado demasiado.


    Skylar abre la boca para contestar, pero Connor la silencia con undedo y se lleva la BlackBerry al oído.


    —¡Alejandro! ¿Cómo has estado? Bien... sí, ya sé... No, no ¿Tiempo,cierto? Ajá. Sí... por eso te llamaba. ¿Cómo que todavía recuerdas mispaquetes? Sí, eran el Blake especial... Bueno, necesito que traigas uno deesos a mi departamento lo antes posible. No... sólo el polvo. Ajá, sí... deacuerdo. ¿Media hora? Sí... el precio, ¡Por Dios, Alejandro! Parece como si nome conocieras... No, no... el dinero jamás ha sido un problema, OK... deacuerdo. Saludos a los chicos, adiós —Y cuelga. Se gira hacia Skylar quien loobserva con cara de curiosidad y él sonríe.


    —¿Qué? —Pregunta él y comienza a recoger las cosas que estaban enla mesita de café. Le estresa que esté todo tan... tirado.


    —¿Con quién hablabas? — Pregunta ella y lo sigue hacia la cocina,con los brazos aun cruzados.


    —¿Por qué el chico de ayer quería golpearte? —Contesta él y metelos cubiertos en el limpia platos.


    —¿Por qué siempre contestas con preguntas? —Y azota sus pequeñasmanitas a sus costados.


    Él se carcajea, porque se ve demasiado linda.


    —¿Por qué jamás contestas a las mías? —Y al instante siente ungolpe seco en su hombro. Se gira y ve que Skylar tiene la mano temblando y sucara está completamente encolerizada. El lugar donde le pegó comienza a arderley la sorpresa y rabia se hacen presentes en su cuerpo.


    Y el tiempo se hace demasiado lento, pareciera como si todosucediera en cámara lenta. Connor siente que lo está viendo todo desde elexterior. De dos grandes zancadas la toma de la cintura y con suavidad laestampa contra el refrigerador. Una de sus manos toma las muñecas de la chica ylas pone encima de su cabeza, la otra mano la toma de la cintura.


    Sucedió todo tan rápido que Skylar ni siquiera pudo respirar.


    —Escúchame muy bien, niñita. No por el hecho de que te haya traídoaquí y de que haya pedido tu jodida droga y de mejor calidad, quiere decir quetienes ALGÚN derecho a tocarme. ¿No lo entiendes? Para mí, no significas nada.Sólo otra niña estúpida que cayó en mis redes. ¿Piensas que me importas sóloporque estoy gastando dinero en ti? El dinero es lo que más me sobra, Skylar.Que no se te olvide... que jamás se te olvide que estás en mi territorio.¿Entendido? —Murmuro todo, con voz tan calmada que lo hizo aun más amenazante. Skylar lo observaba con mirada desafiante, ni él ni NADIE le iba a hablar de esamanera.


    —Ahí es donde te equivocas, Connor. Desde el momento en el que metrajiste aquí sabías a lo que te metías... No me vengas con el discursoatemorizante de que "Estoy en tus territorios", estúpido. Podrástener más edad y dinero que yo, pero no pienses que soy una ingenua. Sé que tevalgo una mierda, al igual que a mí me vale un cuerno que es lo que haces. ¿Ysabes qué? Por mí ve y métete tu paquete en el cu... —Pero una voz masculina,proveniente del recibidor, no la dejo proseguir.


    —¿Connor? —Habla la voz masculina y Skylar sonríe con cinismoante la mirada sulfurada de Connor.


    La chica siente la respiración de él sobre su rostroy unas ansias locas de besarlo le entran, pero es demasiado inteligente comopara hacerlo en ese momento. Los ojos azules de Connor tienen un brilloenloquecido, tiene tantas ganas de... besarla y callarla y hacerla que setrague sus palabras. Nadie jamás le había hablado así, más que Monique... y eraella como su hermana. ¿Cómo se atrevía esa... esa chiquilla a ponersecon esa actitud? 


    ¡Urgh!


    —¿Connoooooor? —Vuelve a preguntar la voz.


    Connor suelta las manos y la cintura de Skylar. Le da una últimamirada de odio y sale hacia el recibidor.


    Patrick se encuentra jugando con las bragas de Skylar que seencontraban tiradas en el suelo de la sala. Tiene una sonrisita estúpida en suslabios que Connor quiere borrar al instante.


    —Hermano, parece que tienes compañía. —Y le lanza la ropa interiora Connor quien la cacha, y se encoje de hombros.


    —¿Dónde te metiste ayer? Te estuve buscando por todo ese malditolugar y jamás te enco... —Y se ve acallado por la presencia de la chica que sedetiene a un lado de Connor.


    —Hola... —Murmura ella y sonríe. Patrick la escanea de arriba aabajo con la mirada. Es muy bonita, demasiado bonita para ser exactos. Tiene uncuerpo muy... lindo. Y se veía joven, mucho. 


    Pero también se veía tan...rota. Tan frágil, que unas ganas inesperadas de abrazarla le entraron alcuerpo.


    Connor ve la mirada de su amigo y siente que un gruñido se empiezaa formar en su garganta.


    —Skylar, ¿Por qué no vas a ponerte algo de ropa? —Murmura Connor,pero Skylar no contesta. El tamaño y los ojos grises del amigo de Connor latienen mesmerizada. Es tan... grande. Su mente vuela y se pregunta si su peneserá igual de grande. Se sonroja de sólo pensarlo.


    —No, no, Connor. Déjala, así se ve linda —Contesta Patrick y da dospasos hacia adelante.


    —Soy Patrick Acker, un gusto —Y extiende su mano.


    Skylar la toma y sonríe. Su mano es cálida... le gusta.


    —Skylar Fenderson. El gusto es todo mío —Contesta ella y dejaescapar una risita.


    —¿En qué puedo ayudarte, Patrick? —Contesta Connor con vozcontenida. No le gusta la manera en la que su amigo está observando a Skylar. Sesiente demasiado... posesivo.


    —Ah, pues... yo sólo venía a ver si estabas bien —Contesta él, perosu mirada sigue clavada en los ojos acaramelados de la chica.


    —Lo estoy, ¿Me ves? Ahora si nos disculpas... Estábamos un pocoocupados —El tono de Connor es de enojo, pero ninguno de los dos presentes lonota.


    —¿Por qué no te quedas, Patrick? Connor le llamó a un tal"Alejandro", ¿Lo conoces? —Pregunta ella y Patrick se gira con los ojosabiertos como platos hacia Connor. Skylar sonríe sardónicamente y Connor gruñe.


    —¿Alejandro? —Y comienza a carcajearse —¿Regresas a esos pasos,Connor?


    —No, ella quería unas líneas y yo no iba a llevarla hasta dondeestábamos ayer para que las consiguiera. Aparte, no dudes que lo que le dan aella sea harina para hornear mezclada con el polvo —Contesta él y sonríecínicamente a Skylar quien los observa a los dos con curiosidad.


    Patrick se gira a la chica y sus carcajadas se suavizan.


    —¡Ah! Olvidaba lo que era ser "Adolescente" y quererdrogarse... No te preocupes, preciosa. Alejandro tiene la mejor cocaína delpaís. Es colombiano, así que... puedes imaginarte —Y sonríe. Dos adorableshoyuelos se forman en sus mejillas.


    —¿Estás insinuando que mi cocaína es "Polvo parahornear", Imbécil? —Masculla en la dirección de Connor y él se carcajea.


    —No lo insinúo, lo sé —Contesta él y se cruza de brazos —¿Creesque no hemos pasado por eso, Skylar? ¿Crees que nosotros, a tu edad, nohicimos lo mismo? Claro, aunque con mejor calidad... por supuesto —Y sonríe. Skylar se le quiere tirar encima para golpearlo y besarlo y... lo que sea, perose detiene cuando las carcajadas de Patrick se hacen presentes.


    —Connor, deja a la chica tranquila —Dice Patrick entre risas.


    —Iré a ducharme y ponerme algo de ropa, te sugiero que hagas lomismo —Murmura Connor a Skylar y ella le sonríe dulcemente y le enseña eldedo. Unas ganas gigantes de tomarla por la cintura, echársela al hombro yenseñarme dónde podía meter ese dedo le entraron al ojiverde pero, sólosonrío y se retiro a su habitación. Dejando a Patrick y la chica en la sala.


    Algo extraño sentía en el pecho. Esto ya había pasado antes... sehabían pasado a las chicas, pero ella diferente. Connor no quería imaginárselacon Patrick. Era... frustrante.


    Skylar camina hacia un lado del grandulón y se sienta. Patrick laobserva con una sonrisa divertida en los labios y enarca una ceja.


    —Tú no eres como las demás... —Murmura él y ella sonríe.


    —Ni tú.


    Y los dos se ríen, porque es cierto.


    —¿Vamos a divertirnos? —Pregunta ella y él asiente con la cabeza.


    Skylar se acerca un poco a él y pone una de sus pequeñas y blancas manos ensu pierna. Patrick le toma la mano y juguetea con sus dedos.


    El timbre de la puerta suena, Patrick se levanta y va a atender.
    Regresa minutos después con un paquete pequeño en sus manos y Skylar casi quierellorar de felicidad cuando ve el polvo.


    —¿Lista, cielo? —Pregunta Patrick y se acerca a ella.


    Skylar asiente con la cabeza y corta la distancia que está entreellos. Lo toma de la nuca y le da un suave beso en los labios.


    —Esto va a ser divertido —Contesta él, y desde la ducha se escuchaun gruñido de enojo.


    Sí... iba a ser una tarde demasiado interesante.

  2. 2 comentarios:

    1. bellybellsn dijo...

      Dios me encanta, esto de la escritura se te da ;) Muchas gracias por no abandonar a antiguas locas que te siguen desde siempre. Se te fue un Bella por ahi arriba D: eso me recuerda a cuando te encontre en FF :D
      un beso :3

    2. rosi dijo...

      skylar a pesar de ser chica no es nada tonta y connor se me hace medio que esta acostumbrado a salirse con la suya..
      Connor ya siente celos!!! que emocion.. ya quiero saber que pasa entre patrick y skylar y como reacciona connor!! nos leemos en el proximo capitulo...

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